El té matcha se ha vuelto muy popular en los últimos años debido a sus probados beneficios para la salud y su sabor refrescante lleno de personalidad. Investigaciones en los últimos años han mostrado que el té matcha contiene hasta 10 veces más antioxidantes que el té verde convencional. Los antioxidantes ayudan a prevenir el daño celular y genético al neutralizar las moléculas inestables conocidas como radicales libres. El matcha también estimula el metabolismo y ayuda a reducir los niveles de colesterol cuando se consume con regularidad.
Procedencia del Té Matcha Ecológico
El matcha es un té verde finamente molido hasta convertirlo en polvo que se usa en la tradicional ceremonia del té japonesa. En el Siglo XII, cuando el monje Eisai introdujo el té en Japón, era costumbre en China moler las hojas de té y posteriormente batirlas en un cuenco. Este método de preparación, después abandonado por los chinos, fue adoptado por los japoneses, que lo integraron en el ritual del Chanoyu.
Modo de empleo
Para preparar el té matcha de forma adecuada, necesitarás tres utensilios esenciales: un chawan (bol para té japonés), un chasen (batidor de bambú para matcha) y un chashaku (cuchara medidora de bambú).
Calienta el chawan y el chasen con agua muy caliente. Espera unos 30 segundos, desecha el agua y limpia cuidadosamente el chawan.
Añade al bol dos cucharadas con el chashaku, aproximadamente 1g, recomendamos tamizarlo con la ayuda de un colador para que al batirlo no se formen grumos.
Vierte 60 ml de agua sobre el polvo matcha a unos 75ºC y bate el té con el chasen hasta que quede disuelto y espumoso.
Puedes beber el té matcha ya, si lo quieres concentrado, añadir más agua si lo prefieres más suave o añadir 190ml de leche caliente y volver a batir para preparar un matcha latte.