Esponja extraordinariamente suave. Debe sumergirse en agua templada hasta que adquiera una suavidad natural. No debe hervirse.
Cuando no se usa, se seca y se endurece, impidiendo el desarrollo de las bacterias. Al humedecer la esponja en agua templada, recobra inmediatamente su suavidad natural.
Única para las pieles finas y delicadas.